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DR. DANTE RODOLFO RAVERA LO RECORDAMOS EN EL MES ANIV DE SU FALLECIMIENTO

Humboldt, mi pueblo y su gente    Por CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES HISTÓRICAS DE HUMBOLDT
El día 13 de julio se cumple un nuevo aniversario del fallecimiento de….
DR. DANTE RODOLFO RAVERA

Recordar al Dr. Ravera significa para Humboldt y sus alrededores, sin dudas, evocar a un hombre inspirado en una firme fe católica y en una rectitud de vida, desplegó en todo su desenvolvimiento personal y profesional, un espíritu solidario y generoso.
Su historia personal nos remota a su nacimiento en Santa Fe, un 13 de julio de 1933. fue el ultimo de tres hermanos, hijos de Don Jacinto Giovenale Ravera y de Doña Juana Garacino de Ravera.
Su infancia y adolescencia transcurrieron en su ciudad natal, en la casa de sus padres. Sus estudios primarios y secundarios fueron cursados en el Colegio Saleciano “San Juan Bosco” donde además, fue Boy Scouts.
Una vez finalizados, se inicia, a los 18 años, en el Seminario del mismo colegio con el objetivo de ordenarse sacerdote. Sus anhelos religiosos hicieron que integre el Congreso Eucarístico Nacional. Sin embargo al cabo de tres años, descubrió que su verdadera vocación era la Medicina y por ello a los 21 años ingresó a la Universidad Católica de Córdoba donde se graduó. Por aquellos tiempos, su vida transcurrió como residente en el Hospital Cullen e Iturraspe de la ciudad de Santa Fe y fue allí donde decidió especializarse como anestesista.
Tiempo después, el doctor Rodolfo Roselli (padrino de Ravera), lo designó para trabajar en la localidad de Humboldt, junto al doctor Aldo Bustos en cuya casa vivió, aún tiempo después de su fallecimiento. Comienza entonces a desarrollar su labor junto al doctor Wagner, en el Sanatorio de Humboldt.
Alrededor de 1970, un anhelo se materialista y logra así instalar su propio consultorio en la esquina de Avda. San Martín y Moreno de nuestra localidad.
Pocos datos nos llegan de su vida personal, tal vez porque se abocó en una entrega incondicional a su profesión, en la que amalgamaba sus conocimientos intelectuales con espíritu solidario y justo.
Sus actividades fueron muchas y variadas, por ello se lo recuerda como un ser inquieto, comprometido con el progreso de la localidad. Dictó clases de higiene y primeros auxilios (1972-1974) ad honorem en el Instituto “Centenario de Humboldt” y actuó desinteresadamente en numerosas instituciones de bien público.
Un 13 de julio de 1974, el mismo día de su cumpleaños un paro cardíaco provocó su muerte a los 41 años. Sus restos descansan en el Cementerio Comunal de nuestra localidad. Esta siempre atesorará en la historia de su pueblo, la trayectoria de un hombre movilizado por sentimientos de ayuda y entrega a los demás.