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Duro mensaje de la Rural de Santa Fe: “ha llegado el momento de no mentirle más al hombre de campo”

 

Duro mensaje de la Rural de Santa Fe: “ha llegado el momento de no mentirle más al hombre de campo”
Mediante un comunicado, la entidad reclamó al Estado obras para el sector productivo. “No vale la pena buscar responsables porque todos lo son”, aseguraron.
La Sociedad Rural de Santa Fe emitió un duro comunicado donde reclaman celeridad a la clase política para llevar a cabo las obras que exige el sector productivo desde hace años. “Ha llegado el momento de proceder con honestidad y no mentirle más al hombre de campo”, afirmaron desde la entidad.

A continuación, el comunicado completo:

“Una vez más el agua caída en exceso y sus consecuentes inundaciones han puesto en evidencia la falta de previsión del Estado en toda su dimensión.

Desde la ocurrencia de los hechos hasta la fecha las Entidades hemos remitido notas al Gobernador, a los Ministros a cargo de las áreas pertinentes, emitido Comunicados relatando los hechos y repudiando la ineficiencia e indiferencia del sector público, y mantenido reuniones en las que los damnificados hicimos catarsis y los funcionarios escucharon, se solidarizaron y prometieron obras y ayuda.

Igual que en Abril de 2016. Luego de esa fecha, cuando se fue el agua y quedó la devastación de nuestros campos e instalaciones, por allá por Julio de 2016, junto con el agua se fueron las promesas, la ayuda fue casi nula, y las obras nunca llegaron.

Las que sí llegaron fueron las lluvias de Diciembre 2016 y Enero 2017. Sin canales, sin caminos, sin alcantarillas, sin cunetas, sin máquinas trabajando. Entre cinco y seis meses de inoperancia estatal. “Los tiempos de la política no siempre coinciden con los tiempos de la gente”. “No se esperaba un fenómeno de tal magnitud”. Han escuchado estas expresiones? Nosotros sí, pero no son nuestras. A quiénes les sirven? Creemos que a nadie.

Ha llegado la hora de hacer coincidir los tiempos de la política con los de la gente. Y de prevenir con mayor frecuencia fenómenos de la magnitud del que hemos sufrido. Es de esperar que las lluvias de otoño nos encuentren con las máquinas y los funcionarios trabajando en el terreno, y no con tres o cuatro expedientes iniciando un aletargado camino burocrático, llenos de informes jurídicos y contables que nos hagan conocer la falta de recursos para iniciar las obras y la nula responsabilidad legal y funcional de quienes ya las debieron ejecutar y no lo hicieron.

No son momentos de justificativos mezquinos ni de repartir culpas políticas. No vale la pena buscar responsables, porque TODOS lo son, sin distinción de colores ni banderas. Lo que sí deben comprender, es que las inundaciones son las que no tienen color político. Son simplemente inundaciones. Y aunque sean minimizadas nos afectan enormemente a la gente de campo, que somos los generadores de la riqueza que frente a cualquier crisis es la primera que ha puesto, pone y pondrá nuevamente al país de pie.
Con el peso de nuestras pérdidas, el desmantelamiento de las explotaciones y los hogares perdidos, el éxodo de muchos campesinos hacia las ciudades, vaya a saber con qué destino, creemos que tenemos el derecho de exigir participación activa a través de nuestras asociaciones de productores para que DE INMEDIATO nos pongamos a trabajar, ya sea a través del Consejo Hídrico Provincial que nos han prometido o de cualquier otra figura que se adapte a las circunstancias, sin más trámites burocráticos, con las alternativas de necesidad y urgencia que permiten nuestras leyes cuando existe la voluntad política de hacerlo.

Indiscutiblemente es necesario un estudio global de cuencas sin límites provinciales, para conocer por dónde llega el agua y cómo debe seguir su curso. Pero sea cual fuere el resultado de esos estudios, es también cierto que todos los habitantes de las partes más bajas de esas cuencas sabemos perfectamente por dónde se va el agua, o por dónde se debería haber ido si al menos se hubieran hecho las obras locales menores de zanjeo, cunetas, caminos, alcantarillas y canales por los bajos naturales. Se lo hemos señalado hasta el cansancio a ministros, secretarios, presidentes comunales, y otros funcionarios. Aceptaron las sugerencias, tomaron nota, y no hicieron nada. ES HORA DE EMPEZAR POR AQUÍ, SIN ESPERAR EL ESTUDIO DE LAS MEGACUENCAS INTERPROVINCIALES.

Si no existen en el Estado las maquinarias ni los operarios que sepan manejarlas en la cantidad y con el conocimiento que se necesita, la actividad privada las tiene disponibles para alquilarlas y empezar YA MISMO los trabajos. Es de esperar que si algo falta que sean máquinas y no personal, en un Estado que registra una escandalosa superpoblación de agentes públicos.

Ya no queda margen para empezar a trabajar en conjunto. Como expresó el Comunicado de nuestras Sociedades Rurales hermanas de Rafaela, Sunchales y Humberto Primo al cual adherimos, ha llegado el momento de proceder con honestidad y no mentirle más al hombre de campo. Convocamos al Poder Ejecutivo de la Provincia proceder de inmediato, y quedamos a disposición para que nos convoquen a concretar las acciones que se coordinen”.

Fuente: Nuestro Agro